

Las transformaciones de París durante el Segundo Imperio:
Constituyen una serie de modernizaciones vividas por la capital francesa de 1852 a 1870 y llevadas a cabo por Napoleón III y el barón Haussmann.
Los trabajos se llevaron a cabo en toda la ciudad, tanto en el corazón de París, como en los barrios periféricos: calles y bulevares, restauración de fachadas, remodelación de los espacios verdes, mobiliario urbano, creación de un alcantarillado y trabajos de conservación en monumentos públicos.
Esta reforma urbanística fue violentamente criticada por algunos de los contemporáneos de Napoleón III, aunque acondicionó el uso diario de las calles por parte de los ciudadanos. Esta obra puso el fundamento de la representación popular de la capital francesa al mundo, sobreponiéndose a los estrechos callejones del viejo París y creando anchos bulevares y grandes plazas.

Vista del Boulevard de Haussmann
1852: Un emperador modernista frente a una ciudad medieval
A mediados del siglo XIX, el centro de París tenía la misma estructura que en la Edad Media. Entre otros, algunos de los problemas que tenía la distribución urbanística de aquella época, eran, por ejemplo, almocárabes, de calles minúsculas, que trababan la circulación o edificios que se amontonaban en una insalubridad que ya denunciaban los primeros higienistas de la época.
Las primeras tentativas de modernización

La Isla de la Cité y su estructura urbana medieval antes de
los trabajos después de los trabajos de restauración (1771)

Isla de la Cité remodelada por los trabajos de Haussamn:
Nuevas calles transversales(rojas), espacios públicos(azul
claro) y edificios privados(azul oscuro)

La Isla de la Cité y su estructura urbana medieval antes de
los trabajos después de los trabajos de restauración (1771)

Isla de la Cité remodelada por los trabajos de Haussamn:
Nuevas calles transversales(rojas), espacios públicos(azul
claro) y edificios privados(azul oscuro)
Luego de la Revolución francesa, en 1794, una «comisión de artistas» propone un plan de remodelación que incluía nuevas calles de en la ciudad de París. Una calle debe unir en línea recta la plaza de la Nación a la gran columnata del Louvre, en la prolongación de la actual avenida Victoria: prefigura el futuro gran eje este-oeste y demuestra una preocupación de dar mejor valor a los monumentos públicos.
A fines del año 1830, el prefecto Rambuteau comprueba las confusiones de la circulación y los problemas de higiene que hay en los viejos barrios superpoblados: hace falta «hacer circular el aire y los hombres». Traza primera la gran abertura en el centro de París, pero el poder de la administración es limitado por las normas de expropiación. La ley del 3 de mayo de 1841 se esfuerza por facilitarlos. Es sobre la base de éstas experiencias que el Segundo Imperio optará por una política maciza de expropiación y de aberturas, mucho más costosa que el sistema de la servidumbre de alineación, pero de una eficacia temible.
Luis Napoleón Bonaparte
Presidente de la República desde 1848, el sobrino de Napoleón I se hace emperador el 2 de diciembre de 1Le Marais852 después del golpe de Estado del año precedente.Napoleón III tiene la voluntad de modernizar París. En Londres vio un país transformado por la Revolución industrial y una gran capital proveída de grandes parques y redes de saneamientos.

Le Marais, uno de los pocos barrios
escapados casi por completo de la piqueta

Le Marais, uno de los pocos barrios
escapados casi por completo de la piqueta
Repite las ideas de Rambuteau. Sensible a las cuestiones sociales, quiere mejorar las condiciones de vivienda de las clases pobres: la densidad de población en ciertos barrios acerca a 100.000 personas (Km. cuadrado), en condiciones muy precarias de higiene. Se trata por fin para la autoridad pública de controlar mejor una capital cuyos levantamientos populares derribaron varios regímenes después 1789. Propietarios mismos, en ciertos barrios reclaman vías anchas y derechas con el fin de facilitar los desplazamientos de tropas.
Para poner en ejecución estas ambiciones, el nuevo emperador dispone de un poder fuerte, capaz de hacer caso omiso de todas las resistencias, lo que faltaba a sus predecesores.Le queda a Napoleón III encontrar a un hombre capaz de dirigir operaciones en gran escala. Es el papel que va a cumplir Jorge Eugenio Haussmann, hombre riguroso y organizado de acción, al que nombra prefecto del Sena en 1853. Ambos hombres formarán un tándem eficaz. El emperador sostendrá al prefecto contra sus adversarios hasta 1870. Haussmann, en cuanto a él, se mostrará fiel en toda circunstancia, sabiendo hacer adelantar en sus propias ideas, como el proyecto de Boulevard Saint Germain.
Una obra tan considerable pide la intervención de numerosos actores. Victor de Persigny, ministro del Interior, que le presentó a Barón Haussmann a Napoleón, se ocupa de montajes financieros con la ayuda de los hermanos Péreire. Jean-Charles Alphand se ocupa de parques y plantaciones con el jardinero Jean Pierre Barillet Deschamps. Haussmann subraya el papel fundamental del servicio del Plano de París, dirigido por el arquitecto Deschamps, que traza las nuevas vías y controla el respeto de las reglas de construcción: en este dominio, «la geometría y el dibujo gráfico desempeñan un papel más importante que lo estructura propiamente dicha», anota Haussmann.
El sistema de Haussmann
Primeramente, el Estado expropia a los propietarios de los terrenos concernidos por los planos de renovación. Luego destruye los edificios y construye nuevos ejes con todos sus equipos (agua, gas, desagües). Haussmann, contrariamente a Rambuteau, recurre a préstamos macizos para encontrar el dinero necesario para estas operaciones, sea de 50 a 80 millones de francos al año. A partir de 1858, la Caja de los trabajos de París es el instrumento privilegiado del financiamiento. El Estado recupera el dinero prestado revendiendo el nuevo terreno en forma de lotes separados a promotores que deben construir nuevos edificios conformándose un pliego de condiciones preciso. Este sistema permite consagrar cada año a los trabajos una suma dos veces más elevada que el presupuesto municipal. Entonces el sistema se agrieta poco a poco. Los préstamos macizos de la Caja cavan una deuda que asciende 1,5 mil millones de francos en 1870 y contribuye desacreditar los grandes trabajos. Jules Ferry denunciará el hoyo financiero en 1867: «Las cuentas fantásticas de Haussmann».
El boulevard de Sevástopol, inaugurado en 1858.
En la irrupción del boulevard en el corazón de
París
Una red de grandes avenidas
Cuando Rambuteau había perforado una vía nueva importante en pleno centro de la ciudad, los parisinos se asombraron por su anchura: 13 metros. Haussmann va a confinar calle Rambuteau al nivel de vía secundaria con una red de aberturas nuevas de 20 y hasta 30 metros. La red de las arterias haussmannianas y post-haussmannianas constituye, todavía hoy, el esqueleto de la estructura urbana parisina.


El gran portillo norte-meridional y este-oeste
Del 1854 al 1858, Haussmann aprovecha el período más autoritario del reinado de Napoléon III para realizar lo que sólo esta década, posiblemente, podía hacer en toda la historia de París: transformar su centro perforando una encrucijada gigantesca.
La construcción del eje norte-meridional, de boulevard de Sébastopol a boulevard Saint-Michel, elimina del mapa numerosos callejones y callejones sin salida. Forma una gran encrucijada al nivel de Châtelet con calle de Rivoli: el Segundo Imperio prolonga hasta ella la rue Saint-Antoine, que Napoleón I había trazado a lo largo de las Tullerías. Durante este tiempo, Baltard acondiciona y habilita plazas de París, proyecto lanzado por Rambuteau, mientras que Isla de la Cité es afeitada y reordenada en gran parte. Sus puentes son reconstruidos u objeto de trabajos importantes.
Haussmann completa esta gran encrucijada por ejes que conectan otra vez la primera corona de bulevares al centro, tales como rue de Rennes sobre la orilla sur y avenida de la Ópera sobre la orilla norte. La calle de Reno, que debía llegar al Sena, jamás será terminada.
En los últimos años de su mandato, Haussmann comienza a habilitar los distritos creados sobre el emplazamiento de los municipios anexionados en 1860. Crea así una vía sinuosa y muy larga que perjudica a los distritos XIX, XX y XII: calle Simón-Bolivar, calle de los Pirineos, avenida Michel-Bizot.
Los barrios del oeste gozan de una operación de prestigio: doce avenidas, en su gran mayoría construidas bajo el Segundo Imperio, se unen en la Place de l'Etoile.
Las plazas y rotondas
La interconexión entre los grandes bulevares impone la creación de plazas a su medida. Châtelet, acondicionado habilitado por Davioud, es la encrucijada entre los dos grandes ejes que atraviesan París del norte al sur y del este al oeste. Los trabajos de Haussmann acondicionan y habilitan otros grandes plazas a través de todo París: plaza de l'Etoile, Plaza Léon-Blum, Plaza de la República, plaza del Alma.
Las estaciones
Haussmann hizo construir la estación de Lyon 1855 y la Gare du Nord (Hittorff, 1865). Soñaba con interconectar las estaciones parisinas entre sí, pero debió contentarse con facilitar su acceso conectándolas otra vez por ejes importantes. Desde la estación de Lyon, calle de Lyon, el bulevar Richard-Lenoir y bulevar de Magenta permiten así ganar la estación del Este.
Dos ejes paralelos (calle Fayette y bulevar Haussmann de una parte, calle de Châteaudun y calle de Maubeuge por otra parte) le juntan el barrio de la estación del Este y de la estación del Norte a la de Saint-Lazare. Sobre la orilla sur, calle de Reno llega a Montparnasse, entonces situándole en el emplazamiento actual de vuelta Montparnasse.


Monumentos
Napoleón III y Haussmann ofrecen a la ciudad realizaciones de prestigio. Charles Garnier (Opera Garnier) de un estilo ecléctico y Gabriel Davioud concibe dos teatros simétricos sobre ello la plaza de Châtelet.
El Hôtel-Dieu, el cuartel de la ciudad (y futura prefectura de policía) y la sala de lo mercantil reemplazan los barrios medievales de la Isla de la Ciudad. Cada uno de los veinte nuevos Distritos de París recibe su ayuntamiento.
Equipamientos públicos modernos
La renovación de París se considera global. El saneamiento de las viviendas implica una mejor circulación del aire pero también un mejor abastecimiento de agua y una mejor evacuación de los desechos.
En 1852, el agua potable principalmente viene de él Ourcq. Máquinas de vapor extraen también el agua del Sena, cuya higiene es deplorable.
Los espacios verdes
Los espacios verdes eran raros en París, ciudad que siempre se desarrolló dentro de sus murallas que, a pesar de cansadas extensiones sucesivas, acababan por encorsetarlo. Seducido por los vastos parques londinenses, Napoleón III confía al ingeniero Jean-Charles Alphand, futuro sucesor de Haussmann, la creación de varios bosques. El bosque de Boulogne y el de Vincennes bordean la ciudad de oeste al este. Dentro de ella, ceñida por Thiers, Buttes-Chaumont, Montsouris ofrecen paseos a los habitantes de los barrios demasiado alejados de los grandes bosques exteriores.Cada barrio ahora queda con pequeños parques y también de árboles que bordean las principales avenidas.
EL PROCESO DE URBANIZACIÓN DE LONDRES



El término “Revolución Industrial Inglesa” hace referencia al período comprendido entre 1740 y 1850. Inglaterra fue el primer país en experimentar dicha revolución, es decir, fue el primer lugar donde se produjo un crecimiento económico y un aumento de la productividad sin precedentes hasta entonces. Esta revolución trajo consigo la llamada “economía capitalista”, fundamentada en dinero para producir y mano de obra para llevar a cabo dicha producción.
Hasta la llegada de la Revolución Industrial, París había sido la cuna de la civilización europea. Sin embargo, es Londres la que pasa a ostentar dicho poder tras la revolución. Esta ciudad pasa de tener unos dos millones de habitantes cuando Victoria subió al trono en 1837 a tener unos 6.5 millones en 1903. El rápido crecimiento de la ciudad, el cambio de una vida básicamente rural a una economía basada en la industria y un desarrollo tecnológico sin precedentes evidencian dicho cambio.
La innovación tecnológica es, precisamente, la que constituye la esencia primordial de la revolución, con la industria como su principal fuente de riqueza, pero donde la explotación laboral de, incluso, mujeres y niños fue una realidad, de hecho, sin ellos no hubiera sido posible la revolución tal cual la conocemos hoy en día.



Destaca sobre todo la tercera fase del proceso urbanizador en el caso británico relacionada directamente con las innovaciones técnicas la organización de la producción industrial y su localización en un territorio en concreto.
Sin embargo en el siglo XVIII prevalecía una concepción claramente influenciada por el movimiento ilustrado dónde predominaba ante todo la idea de felicidad humana, que se extendía a una ideología antiurbana con posiciones claramente reaccionarias. Estas desconfianzas pudieran verse posteriormente constatadas con la realidad insalubre de los núcleos de concentración urbana (las pestes, fiebre bubónica…) y el posterior desarrollo de los planes de urbanización. En este caso más próximo a nosotros se encontraría el famoso plan urbanístico de Ildefons Cerdá para la Ciutat Comtal. En definitiva El desarrollo urbano opta por la expansión de su entramado, prescindiendo de su enclave de murallas, la proliferación de grandes avenidas, la consecución de ensanches.
Sin embargo la expansión del entramado urbano venía previamente hostigada por la proliferación industrial, y las relaciones económicas y sociales. En este sentido las ciudades crecían de manera desigual y transitoria y la velocidad con todo lo que conlleva será tal vez la característica que mejor defina como se estaba desarrollando el proceso. Así el desarrollo de nuevas condiciones de trabajo, o de una manera de entender el trabajo de un modo más distanciado y científico, más calculado y eficaz sería la tendencia predominante. La manufactura industrial constituiría el germen por el que los hijos que se criaron en este contexto industrial conformarían con posterioridad los habitantes de la posterior ciudad moderna

Las plazas de Londres no solamente son grandes espacios entre calles y avenidas importantes, también es uno de los lugares más visitados por los turistas por considerarlo como centro de socialización entre los habitantes y los visitantes. Estas plazas se encuentran hasta la actualidad ligadas con la historia alemana y vienen siendo un ícono en diversas manifestaciones o acontecimientos.
Plaza Belgrave
Esta es una de las más grandes plazas de Londres, punto importante y central del distrito de Belgravia; cuenta con diversos edificios y entidades destacadas.
Plaza Grosvenor
Esta es una suntuosa plaza del barrio de Mayfair que es adornada con jardines y viene a ser propiedad de los duques de Westminster, de donde proviene su nombre.
Plaza Leicester
Este es uno de los más populares lugares en cuanto a temas del cine, pues alberga una sala con una de las pantallas más grandes del mundo y con la mayor cantidad de butacas, por lo que suele ser lugar de estrenos mundiales.
Piccadilly Circus
Esta es una de las más concurridas y populares plazas de Londres, el nombre “circus” proviene de una voz latina que quiere decir circular, en referencia a la plaza, y ésta cuenta con gran cantidad de establecimientos comerciales además de estar rodeada de varios sitios turísticos.
St. James Square
Esta es la única plaza de estilo neo-georgiana en la zona de Westminster, cuenta con un jardín central y desde mucho tiempo atrás se ha visto rodeada de gran cantidad de comercios y establecimientos.
Plaza Trafalgar
Esta es una plaza conmemorativa de la Batalla de Trafalgar, pues fue en ese lugar en donde se reunieron las tropas británicas. Destaca por sus palomas y por albergar la Columna de Nelson.
Bibliografía
- Atlas de Paris, Danielle Chadych et Dominique Leborgne, Parigramme, 2002 (ISBN 2-84096-249-7).
- Atlas du Paris haussmannien, Pierre Pinon, Parigramme, 2002 (ISBN 2-84096-204-7).
- Atlas du Paris souterrain, sous la direction d'Alain Clément et Gilles Thomas, Parigramme, 2001 (ISBN 2-84096-191-1).
- Grammaire des immeubles parisiens, Claude Mignot, Parigramme, 2004 (ISBN 2-84096-175-X).
- Haussmann le grand, Georges Valance, Flammarion, 2000 (ISBN 2-08-211571-2).
- Mémoires du Baron Haussmann, trois tomes publiés en 1890 et 1893. Nouvelle édition établie par Françoise Choay, Seuil, 2000 (ISBN 2-02-039898-2). Voir aussi l'exemplaire de Gallica qui ne contient actuellement que le premier volume (vie de Haussmann avant son arrivée à Paris).
- Paris XIXe siècle : l'immeuble et la rue, François Loyer, Hazan, 1987 (ISBN 2-85025-356-1) : ouvrage réalisé à la suite des travaux de F. Loyer pour l'Apur qui ont contribué à réévaluer l'apport de l'architecture et de l'urbanisme haussmanniens
WOODWARD, E.L (1988): Historia de Inglaterra. Editorial Alianza. Madrid.
CORBISHELLY, MIKE.; GILLINGHAM, JOHN.; KELLY, ROSEMARY.; DAWSON, IAN.; MASON, JAMES. (1996): The Young Oxford History of Britain and Ireland. Oxford University Press.
TOWNSON, DUNCAN (2004): Breve Historia de Inglaterra. Alianza Editorial.
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